La huida, de Stefan Ruzowitzky (4/5)
Estreno en cines 15 noviembre 2013. Trailer en español
Esta violenta tragedia de personajes ambientada en las
desnudas e invernales montañas canadienses llega con retraso a nuestras
pantallas. Se rodó en 2012 y su edición videográfica ya discurre por algunos
países, aunque tengamos ahora la magnífica oportunidad de verla en cines
españoles. Por decirlo de una forma que el cinéfilo pata negra pueda entender,
echemos en el vaso mezclador Un plan
sencillo de Sam Raimi, Fargo de
los Coen, Nightfall de Jacques
Tourneur y Un mundo perfecto de Clint
Eastwood, y obtendremos una película subyugante, que engancha al espectador
desde su primera secuencia (en la línea de otras obras que empiezan en el
interior de un coche en la huida tras un atraco como Reservoir Dogs y Sangre Fácil)
y que reclama espacio propio en una cierta tendencia del cine americano para
recuperar el género negro con cánones más o menos clásicos, en la que(por
seguir con el juego de las referencias) encontraríamos también El hombre que nunca estuvo allí (siempre
los Coen), El demonio bajo la piel de
Michael Winterbottom, Lawless de John
Hillcoat o Drive de Nicholas Winding
Refhn. De todas las reseñas que nos ha rememorado ésta muy notable Deadfall, el clásico de Tourneur podría
ser el más aproximado en cuanto a tempo narrativo, atmósfera desasosegante y
dibujo de personajes.
Una voz en off, la de Eric Bana, comienza preguntándose cómo
será el hogar ideal. En efecto, varias historias discurren en paralelo, varias
experiencias vitales con propósitos de un futuro mejor (aunque sea
transgrediendo la ley) se desarrollan hasta el límite para confluir en una
catarsis final con un escenario y en una fecha muy especiales: la casa familiar
de los Mills en las montañas canadienses en la cena del día de Acción de
Gracias, tan especial para los norteamericanos que se reúnen en torno a un pavo
para contarse las historias personales del último año y perdonarse los
pecados. El atracador Addison, que ha
asesinado sin miramientos a todo el que se ha interpuesto en su huída con el
dinero de su botín; su hermana pequeña Liza, que tratará de sobrevivir en la
nieve y el hielo vestida con un escueto traje corto con hombreras; Jay, el
exconvicto al que la anterior unirá su
destino en una huída primero romántica (Los
amantes de la noche, Gun Crazy) y luego desesperada, un joven que ha matado accidentalmente a su
antiguo entrenador de boxeo al tratar de rendir cuentas con su tortuoso pasado;
los padres de Jay, Chet y June, exmarshall el primero y abnegada madre
sufriente la segunda; y la joven agente de policía local Hanna, que trata de
ganarse el favor de su despreciativo padre que no es otro que el sheriff
Marshall T. Becker. Todos ellos tienen sus tragedias individuales que se saldan
en una tragedia griega colectiva a la que le falta un empuje final para hacer
algo más redonda la seca, impactante, demoledora historia que Ruzowitzky y su
guionista Zach Dean nos plantean en imágenes.
El director, también autor de libretos de sus propias
películas como en Los falsificadores,
plantea una mezcla de géneros con apariencia de thriller, pero más cercano al noir tradicional y al western moderno
sobre la nieve. De lo que no cabe duda es de la factura de serie B que tiene Deadfall, que supera con creces las
pretensiones artísticas con que parece haberse diseñado: es una película
modesta en su planteamiento, pero ambiciosa en su recorrido temático y
narrativo. Con grandes actores (Bana, Charlie Hunnam y Olivia Wilde notables; Kris Kristofferson y
Sissy Spacez sobresalientes; Treat Williams y Kate Mara desnortados dentro de
la relación peor planteada y resuelta del film) y con extraordinarios guión y diálogos.
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